Historia

Las primeras celebraciones populares conocidas de la Cruz de Mayo son del siglo XVII. En Ubrique la celebración de esta fiesta debe remontarse al siglo XVIII. Se sabe que Fray Buenaventura de Ubrique era un gran devoto de la Santa Cruz y que creó el Vía Crucis que va al Calvario, además de colocar tres cruces en las montañas que rodean al pueblo. Más tarde el Beato Diego José de Cádiz instaló al menos quince cruces de forja más y otro dos Vía Crucis. Alrededor de estos símbolos cristianos se guarda la antigua tradición de realizar las candelas.

El elemento diferenciador de esta fiesta es el gamón, cuya raíz se calienta en el fuego y se hace estallar contra una piedra, sonando como auténticos tiros. No se sabe en qué momento se comienzan a crujir los gamones. En la tradición oral unos cuentan que eran para ahuyentar a los lobos y otros para espantar a los franceses en su invasión. Lo que sí es cierto es que se conserva hasta hoy y que es la parte más llamativa, típica y auténtica de la fiesta.

En el siglo XVIII se adornaban durante el mes de mayo las cruces de forja pero no se tiene certeza de otras celebraciones de esa época. En el siglo XIX la fiesta presenta las cruces adornadas e iluminadas, la recogida de madera para las candelas, los columpios de balcón a balcón, los vecinos de los campos que acudían esa noche, los jóvenes que rondaban a las muchachas, las canciones de columpio, las candelas y los gamones.

En los años veinte del siglo XX se extendieron las candelas por barrios en los que ni siquiera había cruces de forja y se colocaban las cuerdas de balcón a balcón para los columpios, decayendo estos en la época de la Guerra Civil y centrándose más la fiesta en el adorno de los barrios. Pero siempre, realizándose candelas y crujiéndose gamones.

En las décadas de los sesenta y setenta del siglo XX, y con el impulso de muchos ubriqueños como Manuel Cabello, se fueron retomando los elementos de esta costumbre más abandonados y los primeros Ayuntamientos democráticos comenzaron a apoyar a los vecinos y a organizar actividades lúdicas a principios de mayo. En los años ochenta se produce la gran explosión de la fiesta, volcándose en esta celebración el Ayuntamiento, las asociaciones de vecinos, las escuelas y los vecinos en general. Comenzaron los concursos para decorar los barrios, que se mantienen en la actualidad, y se puso en marcha el Concurso Fotográfico “Crujía de Gamones de Ubrique”, en el que la fotografía que obtiene el primer premio es utilizada para la edición del cartel anunciador de la fiesta del año siguiente.

A través de la Orden de 14 de marzo de 2008 la “Crujía de gamones” es declarada Fiesta de Interés Turístico de Andalucía. Desde el Ayuntamiento de Ubrique se decidió trasladar la celebración al sábado siguiente de cada 3 de mayo para acercar la fiesta a todos aquellos visitantes que deseen disfrutar de esta experiencia.